La selección peruana, en su segunda y última presentación en la Copa Kirín, igualó sin goles con su similar de la República Checa en el estadio Alwin de la ciudad de Matsumoto. Perú fue más agresivo que su rival y estuvo muy cerca del triunfo.
El combinado patrio, tal como se pudo evidenciar en el empate a cero contra Japón, se mostró sólido en defensa, marcando en bloque y recuperando avivadamente el balón. Perú intentó jugar rápido aprovechando la velocidad de Advíncula y Chiroque, que en más de una ocasión tuvieron a mal traer a la defensa checa. Sin embargo, el equipo de Sergio Markarián adoleció en la zona ofensiva, pues en varios pasajes del partido a Raúl Ruidíaz le costó superar a los zagueros rivales.
La selección peruana fue ampliamente superior al cuadro europeo en la primera mitad del compromiso, en donde la jugada más clara de gol la protagonizó Luis Advíncula a los 44’, que completamente solo y tras pase de William Chiroque, remató sobre Petr Cech que consiguió controlar el esférico.
En la etapa complementaria ambas selecciones realizaron modificaciones y por varios minutos Perú se vio superado por la presión que comenzó a ejercer la República Checa. Los dirigidos por Markarián comenzaron a abusar del pelotazo y eso facilitó el trabajo de los rivales. Pese a ello, el cuadro nacional pasó por muy pocos apuros defensivos.
El “Mago” realizó nuevas modificaciones y con los ingresos de Luis Ramírez, Carlos Lobatón y Jefferson Farfán, la selección se apoderó del balón y del terreno de juego. La “Foquita”, a los 82’, casi vence al portero Cech, pero su remate de cabeza se estrelló en el poste rival.
Perú terminó mandando en el partido y con las ocasiones más claras de gol, ante un cuadro checo, que en líneas generales, se vio dominado en gran parte del duelo.
De esta manera la blanquirroja se despidió del torneo nipón con dos empates y sin anotar ni recibir goles.
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