Empinó el codo hasta más no poder al conseguir con el Borussia Dortmund el título de la Bundesliga, por ello el defensor Kevin Grosskreutz, mientras el resto de sus compañeros celebraba con los hinchas, tuvo que ser llevado a unos de los baños portátiles para que vomite.
Luego de arrojar todo el alcohol ingerido, el defensor del Borussia Dortmund se repuso y como si no hubiese pasado nada se fue a seguir festejando junto con los miembros de seguridad que minutos antes lo acompañaron para que arroje toda la cerveza que consumió.
Cabe precisar que este mismo jugador tal como prometió en octubre, se afeitó la cabeza apenas unos minutos después de que su club se proclamara campeón de Alemania, tras vencer por 2-0 al Nuremberg.
Fuente: http://www.libero.com.pe/
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